Rutinas y quimeras
Clara García Sáenz
Ahora que todo mundo se va de vacaciones y el verano es propicio para viajar, existen tendencias que inducen destinos turísticos de moda como forma de consumo; por ejemplo, si pensamos en destinos de playa, Cancún es lo “in” porque Acapulco hace ya varias décadas pasó de moda, pero si pensamos en destinos culturales, ahora lo más socorrido son los “pueblos mágicos”.
Muchos turistas tienen la idea que visitar pueblos mágicos les aporta cultura, folklor, mexicanismo y que un lugar como esos es barato, es fácil de conocer, seguro y rápido de disfrutar, hay incluso quienes hacen sus listas de pueblos mágicos que han visitado y cuantos les faltan por conocer; pueblear como una moda turística cómoda y culterana.
Sin embargo, muchos de estos pueblos son de entrada por salida, la plaza, la iglesia, el mercado y se acabó la diversión para turistas que buscan experiencias extremas con el México profundo. Sin embargo, parece no estar en el radar de muchos vacacionistas la posibilidad de disfrutar las ciudades patrimonio mundial. Una declaración que la UNESCO otorgó a algunas ciudades en México.
Estos nombramientos que la UNESCO ha entregado desde 1988 a distintas localidades mexicanas están basados en estándares internacionales que califican que dichos lugares manifiesten de un intercambio considerable de valores humanos en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales, la planificación urbana o el diseño paisajístico; aportar un testimonio excepcional de una tradición cultural; sea un ejemplo sobresaliente de paisaje que ilustre una etapa significativa de la historia de la humanidad; estar asociados con acontecimientos o tradiciones vivas, con ideas o creencias, de significado universal excepcional.
Cecilia García Muñoz y otros colaboradores, en un artículo titulado “México y sus ciudades patrimonio de la humanidad” describen los atractivos de cada una de una forma breve para que al visitarlas las veamos con su valor histórico manifiesto y que muchas veces pasa desapercibido para el turista.
Ciudad de México y Xochimilco fueron las primeras en recibir este nombramiento en 1987, la primera se caracteriza porque conserva la estructura de una ciudad Prehispánica. Sus atractivos más importantes: Museo Nacional, Templo Mayor, Castillo de Chapultepec, Catedral Metropolitana, Palacio de Bellas Artes, Palacio Nacional, Colegio San Idelfonso, Hemiciclo a Juárez, Palacio Postal, Calle Madero. La segunda es la combinación de la cultura con la naturaleza, principales atractivos: mercado de flores, Embarcadero las flores nativas, Parroquia San Bernardino de Sierra, las chinampas (terrenos realizados a mano).
Guanajuato se caracteriza por minas, edificaciones, callejones y plazas. Principales atractivos: teatro Juárez, Universidad de Guanajuato, el Pípila, Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, Alhóndiga de Granaditas, Mercado Hidalgo, Museo de las Momias, Templo de San Diego, Jardín de la Unión entre otros.
Campeche, tiene edificaciones de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, con arquitectura militar con murallas; principales atractivos: puerta del mar, fuerte San Miguel, Fuerte San José el alto y Catedral Nuestra Señora de la Purísima Concepción.
Morelia, es ejemplo de monumentos como: Catedral de Morelia, Santuario de Guadalupe (templo de San Diego), Palacio de Clavijero Antiguo Colegio de San Francisco Javier, Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Casa de Morelos, Palacio de Gobierno, Museo Alfredo Zalce, Colegio de San Nicolás de Hidalgo, Iglesia Capuchinas y sus pueblos mágicos.
San Miguel Allende, posee un alma mestiza el lugar, entre sus principales atractivos se encuentran sus calles, la plaza principal, Parroquia de San Miguel Arcángel, Casa del Mayorazgo de la Canal, Centro Cultural Ignacio Ramírez, Santuario de Atotonilco.
Oaxaca, conserva la arquitectura civil y religiosa en los que se desatacan el Convento Santo Domingo de Guzmán, Templo de San Agustín, Mercado Benito Juárez, Museo del Palacio Universum, templo de San Felipe Neri, Basílica de Nuestra Señora de la Soledad, Mercado 20 de noviembre, andador turístico, Teatro Macedonio Alcalá y sus pirámides.
Puebla, es una ciudad reconocida como “el relicario de América”, posee 283 parroquias, dentro de los atractivos turísticos más importantes destacan: Capilla del Rosario, Catedral de Puebla, Callejón de los Sapos, Biblioteca Palafoxiana, Iglesia de la Compañía, Casa del Alfeñique, Zócalo de Puebla, Museo Amparo, Teatro Principal, Santuario Nuestra Señora de los Remedios, el municipio de San Pedro Cholula.
Querétaro, es una mezcla cultural de españoles e indígenas. Como atractivos turísticos desatacan: Acueducto, Museo Regional, Convento, Templo de Santa Cruz, Templo de Santa Rosa del Viterbo, Templo de San Francisco, Museo de la Zacatecana, Jardín Zenea, Palacio de Gobierno, Catedral de San Felipe Neri, sus viñedos, misiones franciscanas, pueblos mágicos, Cerro de las Campanas, Teatro de la República.
Tlacotalpan, se le conoce como la “Perla del Papaloapan”. Estilo neoclásico en sus edificaciones del siglo XVIII y XIX, principales atractivos: Parroquia de San Cristóbal, Río Papaloapan, Templo de la Candelaria, Casa de la Cultura Agustín Lara, Parque Zaragoza, Teatro Nezahualcoyotl, Museo Jarocho Salvador Fernando, Museo Zoológico de Don Pío Barrán, su gastronomía.
Zacatecas, es una ciudad estilo Virreinal con los siguientes atractivos: Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, Ex Plaza de Toros, Ex Convento de San Francisco, Mina el Edén, Museo Rafael Coronel, Museo de Arte Abstracto Manuel Felgueres, Cerro de la Bufa, Templo de Nuestra Señora de Fátima, Mercado González Ortega, portales de rosales, Plazuela Miguel Auza. Con esta atractiva lista, disfrute las ciudades, vívalas, recórralas y recuerde que son una riqueza patrimonial de los mexicanos.
E-mail: clargsaenz@gamail.com