Por Helí Herrera Hernández.
Fue una semana movida, de mucha actividad y bastantes explicaciones a porristas del presidente que ahora traen, como logística de propaganda, la >fortaleza del peso<, que desde el pasado 11 de enero rompió el piso de los 19 pesos en su cotización frente al dólar, consiguiendo su -máximo intercambio- el 17 de este mes, al permutarse a 18.68 por un billete verde.
Están tan entusiasmados estos panegiristas del actual gobierno federal, que se aventuran afirmar que podría llegar a conseguirse a 18 pesos un dólar, “gracias al buen trabajo, y las políticas públicas económicas aplicadas por el gobierno de don Andrés “(sic), razones éstas suficientes para iniciar con ellos una explicación precisa, del porque el peso anda tan “fortachón”, y que desde luego no es gracias a acciones del hombre que habita Palacio Nacional, sino a los efectos de omisiones de su gobierno, en parte, por no generar empleo suficientes y bien remunerados.
Pero vayamos por partes, tal y como se los explique a los morenistas:
Primero.- El dólar se ha debilitado desde septiembre del año pasado, por virtud del abatimiento de la inflación en su país de origen, que se ubico para finales de 2022 en 6.2 por ciento, después de 6 meses consecutivos de bajarla, gracias a las medidas aplicadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos. En consecuencia, no solo el peso se ha fortalecido derivado de esa política monetaria norteamericana, sino en primerísimo lugar el rublo en un 7.49%, luego nuestra moneda con un 4.35%, el peso chileno con 4.08% y el real brasileño con un 3.44%.
Segundo.- En la medida en que las autoridades monetarias en los Estados Unidos aumentaron sus tasas de interés para combatir la inflación en su país, provocaron, como una bola de nieve, que el Banco de México las aumentara también, de manera desproporcional a las norteamericanas, a grado tal que esta semana los CETES estaban pagando 10.7% de interés a todos los inversionistas, nacionales y extranjeros, que inviertan sus dineros (dólares u otra monedas) a 28 días, mientras que los bancos estadounidenses solo pagan el 3.2%, es decir, para cualquier inversionista resulta por demás atractivo venir a México a invertir sus ahorros que en los Estados Unidos, porque les pagan tres veces mas de intereses, de allí que ante tanta llegada de inversionistas con dólares al mercado mexicano, éste se ha debilitado, mientras el peso se ha revaluado. (recordar la autonomía del Banco de México con respecto al gobierno de AMLO).
Tercero.- Al no generar el actual gobierno federal, como tampoco lo hicieron los anteriores, empleos, centenas de miles de compatriotas se han ido a laborar a los Estados Unidos, y han estado mandando dólares a sus familiares para su manutención y construcción de viviendas, rompiendo año tras año records de envíos; por ejemplo, las remesas de dólares que mandaron los mexicanos en 2020 fueron 9.3% superiores a las de 2019 (mas de 30 mil millones de dólares); las que enviaron en 2021 superaron en 10.3% a las de 2020 (poco mas de 33 mil 500 millones de dólares); y las de 2022 superaron en 14.6% a las de 2021, superando los 50 mil millones de dólares. Aquí solo cabe para estos defensores de don Andrés una explicación con manzanitas: >A mayor abundancia de un producto, éste se menosprecia, como sucede lo contrario cuando éste se escasea, que es cuando sube de precio< (Ley de la oferta y la demanda).
Cuarto.- En consecuencia: ante la abundancia de dólares que circulan en territorio nacional, tanto por inversionistas que vienen por lo atractivo que están las tasas de interés, como por las decenas de miles de millones de dólares que vía remesas están mandando nuestros compatriotas a México (principalmente Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Veracruz, etc.), el peso se ha fortalecido por la mayor circulación del dólar en nuestro territorio, pero también por la debilidad que éste experimenta en el mundo mismo, debido a las políticas aplicadas por la FED en Los Estados Unidos para controlar la inflación, pero habrá que precisarlo y bien: el peso fortachón no tiene nada que ver con acciones de gobierno de López Obrador, y sus efectos son pasajeros y duren, cuando mas, este año solamente.
Quinto.- ¿De donde sacara dinero el Gobierno Federal, para liquidar tan estratosféricos intereses que pagan los CETES? Ese es otro tema que trataremos en otra entrega, y que se traducirá en un problemón para las finanzas nacionales.