Por Helí Herrera Hernández
Gane quien gane la elección para la presidencia de la república el próximo domingo 2 de junio, tendrá problemas serios de dinero, porque la economía nacional ya empezó a ralentizarse, y amenaza con convertirse en una amenaza para la estabilidad social y política para Claudia, Xóchitl o Máynez, que pondría en serios predicamentos su incipiente gobierno.
Las altas tasas de interés que está pagando el Banco Central desde hace más de un año, y que se mantendrán por lo que resta de éste, y hasta el 2025, inclusive, están descapitalizando al Banco de México, en su sano intento por combatir la inflación y colocarla en 3 por ciento.
Actualmente están pagando a los inversionistas casi el 11% anual, cuando en 2020 y parte de 2021 estaban en 4, lo que se traduce en mayores salidas mensuales de dinero (intereses) para ahorradores; una sangría económica de suyo peligrosa, y más cuando el crédito bancario no tiene demanda, precisamente por las altas tasas que las instituciones bancarias cobran, tanto para el consumo, como para la compra de autos o casas.
Súmele a esto la sangría de dinero público que el gobierno de López Obrador este mes tras mes obsequiando en becas y pensiones a millones de compatriotas, sin que la hacienda federal tenga una recaudación mayor que las erogaciones, que lo han llevado a endeudarse peor que con cualquier gobierno neo-liberal, que tanto critica AMLO (más de dos billones de pesos), que tarde o temprano le reventará el problema a su sucesora o sucesor.
El actual déficit público, y el peor ingreso per cápita que nos dejara la 4Ta transformación, es más dañino que el de los gobiernos de Peña Nieto, Calderón o Fox. Los números y las estadísticas no mienten.
Otro dato que amenaza con convertir la economía nacional en un cocktail explosivo, es que las remesas que los millones de mexicanos y mexicanas que trabajan en los Estados Unidos mandan a sus familiares ya no siguió aumentando, como llevaba 9 años haciéndolo, y en el primer trimestre de este año bajaron 17.3 MDD (en el 1er trimestre de 2023 llegaron 721.8 MMDD vs 704.5 MMDD de enero-marzo de 2024), debido a los problemas que también tiene ya la economía norteamericana que se está enfriando, igual que la nuestra.
La bonanza que vivían los beneficiarios de los 62,257 mil millones de dólares anuales que llegaron en 2023, de sus familiares de Los Estados Unidos, se traducirá en un recorte a su bienestar hogareño, es decir, menos alimentos, menos medicinas, igual a inconformidad social.
Y todavía se atreven, como método para ganar votos de manera irresponsable, a ofertar que si gana Claudia o gana Xóchitl, las pensiones se darán desde los 60 años una, y dar becas a todos los niños de kínder y primaria la otra, sin precisar de donde sacaran tanto dinero, cuando ninguna anuncia una reforma fiscal que haga que paguen más impuestos los mexicanos y extranjeros que más ganan en nuestro territorio, ese pequeño círculo de adinerados que disfrutan fortunas de miles de millones de dólares.
S.O.S. Para quien triunfe. O se impulsa un programa económico serio, responsable y estricto de gasto público, acompañado de una reforma fiscal que grave los lujos y las ganancias de manera proporcional, o serán testigos de una inestabilidad social que amenace la paz pública y el desarrollo nacional.