Rutinas y quimeras
Por: Clara García Sáenz
La travesía de muchos meses llegó a su fin en una tarde de agosto al descargase en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades (FCEH) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) 48 cajas de libros de literatura universal que hacían un total de 4 000 volúmenes, los cuales habían sido propiedad del escritor tampiqueño Orlando Ortiz fallecido en el 2021.
Su llegada convirtió en realidad el deseo manifiesto del escritor antes de morir: depositar en Tamaulipas parte de su biblioteca para que los jóvenes lectores pudieran tener fácil acceso a muchos y variados títulos de literatura universal. Era también el fin de una preocupación que la Doctora Carmen Galicia, su viuda, cumplía con la diligencia y sensibilidad de la comunidad universitaria de la FCEH para albergar ese importante fondo bibliográfico.
Orlando Ortiz fue una figura de las letras con gran influencia en los escritores tamaulipecos actuales, porque desde los años 90 del siglo pasado visitó frecuentemente Tamaulipas para impartir cursos, talleres y seminarios de escritura literaria, presentar libros o impartir conferencias, participando activamente en la vida cultural del estado como jurado, integrante de consejos editoriales o bien como autor de diversas antologías.
Orlando fue una figura presente en la vida literaria de Tamaulipas en las recientes décadas a pesar de que desde muy joven vivió en la Ciudad de México. La doctora Carmen Galicia Patiño cuenta que Orlando descubrió la literatura siendo niño y de leer historietas pasó a la lectura de literatura universal a muy temprana edad, aunque en Tampico era difícil encontrar libros y librerías con una oferta amplia.
El tesoro que alberga ahora la biblioteca del FCEH es sin duda una riqueza que difícilmente puede ser valorada en términos reales porque no suma como un bien útil tecnológicamente, por eso resulta un acierto que la UAT haya recibido un legado de esta naturaleza, sobre todo cuando lo virtual, lo práctico, lo funcional, la técnica parece cobrar gran relevancia en los ambientes académicos ante el libro impreso.
Orlando Ortiz nunca precisó el lugar donde quería que estuviera su biblioteca, pero lo ideal hubiera sido en Tampico, donde irónicamente la Doctora Galicia no encontró interés de ninguna institución por recibirla. Su preocupación fundamental era que se preservara como un fondo bibliográfico donde los lectores no sólo pudieran disfrutar a los grandes escritores universales sino también que a través de toda ella se conocieran los gustos literarios de Orlando, sus lecturas, su selección de títulos y temas.
Hace algunos días el “Fondo Orlando Ortiz” fue inaugurado en la FCEH por el Rector Dámaso Anaya Alvarado, la directora de dicha facultad, la Doctora Fernanda González Quintero y la Doctora Carmen Galicia, abriendo con ese acto un espacio lúdico de lectura para todos los universitarios, cuyo objetivo fundamental es fomentar la lectura, preservar la memoria de uno de los escritores más importantes que ha tenido Tamaulipas y enriquecer el acervo bibliográfico de la UAT.
De esa forma, una parte del espíritu de Orlando Ortiz habita en nuestra Universidad y su esencia literaria vivirá en las nuevas generaciones.
E-mail: garciasaenz70@gmail.com