Por Helí Herrera Hernández
No hay mas ciego que aquel que no quiere ver, reza un refrán popular, y en el caso que les platicaré, añadiría, que el gobierno que se fue en el estado de Veracruz, nunca quiso ver la inseguridad que vivimos: ¡O porque era cómplice de la delincuencia, o la delincuencia los tenía apergollados!
Muchos de los emails que recibí, cuando traté varias veces el problema de los robos, que durante los seis años del gobierno (sic?) de Cuitláhuac García Jiménez efectuaron las grúas, en contubernio con las autoridades de transito, a lo largo y ancho de nuestra entidad, me afirmaban que era por la sociedad que existía entre el ente que debía combatir a la delincuencia organizada con ellos. De allí el porque operaron con total impunidad.
Pero mas temprano que tarde la realidad rebasa los entuertos, y antier sábado, el periódico REFORMA da a conocer, con lujo de detalles la nota, en primera plana: “Aseguran mas de un millón de litros de huachicol en Veracruz”, donde describen que, en un operativo conjunto fuerzas federales realizaron el aseguramiento de UN MILLÓN 197 mil, 750 litros de gasolinas y diésel robados a PEMEX, concentrados en la zona rural del municipio de Ignacio de la Llave, Veracruz.
informan en la misma nota, que las autoridades federales atribuyen el robo de los combustibles al cartel Jalisco nueva generación, derivado de la detención que hicieron de 10 personas, a quienes el Ejercito Mexicano, Guardia Nacional y la FGR apresaron en el cateo de 6 inmuebles, asegurándoles 2 armas largas, dos granadas, 888 cartuchos, 10 cargadores, 351 tracto camiones, 12 contenedores y 2 bombas trasvase, mencionando los mandos que iban al frente de esta operación que >”la gasolina olía a kilómetros del lugar siempre, pero no se actuaba<”, y que accionaron por su cuenta, porque “(con) las autoridades estatales no existe la confianza”añadió la fuente federal.
Esta es la realidad que se vive en Veracruz y gran parte de la república, producto de los abrazos y no balazos.
Ahora bien, se desprende que este decomiso viene a ser resultado del abandono de esa política publica que Andrés Manuel López Obrador implemento, y que la actual presidenta, obligada por las circunstancias que empuja el próximo presidente de los Estados unidos Donald Trump, de liquidar a los jefes de los carteles que hay en México (la misma presidenta Claudia Sheinbaum hizo el anuncio el 4 de diciembre de la incautación de mas de una tonelada de fentanilo en Sinaloa, equivalente en el mercado negro a 400 millones de dólares, o sea, 8 mil millones de pesos), esta abandonando para ahora si, combatir al crimen organizado, y evitar que Trump cumpla con las amenazas que nos hizo de imponer aranceles a todos los productos mexicanos que ingresen a USA, así como la de realizar una >invasión suave< a México, para acabar con los carteles de las drogas y/o utilizar drones con explosivos para localizarlos y asesinarlos.
Empiezan pues aflorar los contubernios del gobierno Cuitlahuista.