Por Helí Herrera Hernández
A Donald Trump ya se les pusieron las cosas difíciles a escasos 98 días de las elecciones.
Cuando todo marchaba tan bien con Joe Biden como el candidato del Partido Demócrata, que parecía que éstas solo iban a ser de trámite, como lo dijera en México la célebre Claudia Sheinbaum, cuando en un debate presidencial afirmara que su triunfo solo dependía de la fecha de los comicios.
Con la dimisión que hiciera el presidente de Los Estados Unidos el domingo 21 a buscar la reelección, y la búsqueda de su vicepresidenta Kamala Harris a la postulación demócrata, la cual ya la tiene en la bolsa, al haber logrado más de los 1976 delegados necesarios para convertirse en la candidata del partido demócrata, fundado en 1828, a Trump, quien se encaminaba a su regreso a la casa Blanca en caballo de hacienda, se le empezaron a prender los focos rojos, ya que de acuerdo a las últimas encuestas publicadas este fin de semana, la mayoría registra una voltereta de + dos puntos a favor de Harris, cuando con Biden Trump lo aventajaba con +4.
Hay tiro, como decimos por acá, porque cuando ya todo mundo daba por descontado el triunfo del magnate Donald Trump, ahora la incertidumbre de una probable victoria de la vicepresidenta nubla los planes triunfalistas del expresidente y manda un halo de alivio al mundo, pero principalmente al futuro gobierno de Claudia Sheinbaum. Al mundo porque ya amenazo el viernes 26, al lado del criminal de guerra Benjamín Netanyahu que “habrá una gran guerra” en Medio Oriente, y potencialmente “una tercera guerra mundial” si no gana las elecciones presidenciales del 5 de noviembre; y a México porque amenazo a la pupila de AMLO con “”bombardear a los cárteles mexicanos en sus territorios””, porque “”son los principales responsables de las más de 300 mil muertes por año por sobredosis, por el fentanilo que ingresa a Los Estados Unidos””, independientemente de que también afirmo que “los narcotraficantes, si se lo proponen, tumban al gobierno de México en dos minutos, porque se encamina México a convertirse en un narco-estado”.
Aparte, viene abonar al reposicionamiento del Partido Demócrata y su segura candidata Kamala Harris, la captura-entrega de los capos Ismael (el mayo) Zambada y Joaquín Guzmán López, ocurrida el pasado jueves, pues en todo el territorio norteamericano se comenta como un triunfo del presidente Joe Biden, que catapulte la campaña de su candidata y del partido demócrata, con rumbo a las elecciones del martes 5 de noviembre.
Quizás, y solo digo quizás, por todo esto está rehuyendo el multimillonario Donald Trump el debate, ya pactado con anterioridad entre los candidatos de los partidos republicano y demócrata, quien ahora la engallada Harris los reta a cumplirlo.
