De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), los principales indicadores económicos continúan debilitándose y confirman una tendencia a la baja de la actividad productiva para los próximos meses, como consecuencia, principalmente, del entorno político que prevalece en el país.
El principal motor de crecimiento, la inversión, se debilita rápidamente después del sorpresivo repunte que tuvo a partir de diciembre de 2022 impulsado, en buena medida, por la necesidad de terminar en tiempo los proyectos insignia del Gobierno Federal, al tiempo que la inversión privada también mostraba expectativas favorables.
No obstante, tras la paulatina terminación de los proyectos del gobierno y la creciente incertidumbre política reciente, el dinamismo de la inversión se ha deteriorado significativa y rápidamente. Las cifras del INEGI indican que en junio la inversión fija bruta registró una caída mensual de 1.0 por ciento, de tal manera que respecto al mismo mes del año pasado la inversión creció sólo 0.7 por ciento, su menor avance desde marzo del 2021. Pero aún más preocupante, es que tan solo dos meses antes mostraba crecimientos anuales de dos dígitos.
Tal parece que, dado el entorno político, la cautela aumenta notoriamente, sobre todo desde los resultados electorales y más ahora que la Cámara de Diputados aprobó la propuesta de Reforma al Poder Judicial, lo que se refleja en la debilidad de la inversión y la posibilidad de perder la oportunidad que ofrece el nearshoring.
El consumo, otro importante motor del crecimiento, también muestra los efectos de un menor dinamismo económico y de la incertidumbre política. Si bien el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior registró un avance de 1.0 por ciento durante junio, después de dos meses consecutivos con resultados negativos, en su comparación anual muestra un avance de 2.5 por ciento, con lo que acumula tres meses seguidos con una tendencia a la baja. Además, la estimación oportuna anticipa que en julio el consumo privado tuvo una disminución mensual de 0.1 por ciento y un avance anual de 2.3 por ciento. Es evidente que el ambiente de negocios se deteriora rápidamente por la incertidumbre política. Las expectativas de crecimiento se siguen ajustando a la baja y los factores de mayor preocupación se concentran en temas de gobernanza.
OFERTA Y DEMANDA Y AHORRO BRUTO
También el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos envió los resultados de la Oferta y Demanda Global Trimestral (ODGT) y del Indicador Trimestral del Ahorro Bruto (ITAB), los cuales ofrecen información sobre la producción y las importaciones, así como sobre el consumo privado, el consumo de gobierno, la formación bruta de capital fijo (FBCF), la variación de existencias, las exportaciones y la discrepancia estadística. También se presenta la parte del ingreso que no se dedica al consumo, sino a otros fines.
Según este indicador, en el segundo trimestre de 2024 y con series ajustadas estacionalmente, la Oferta global de bienes y servicios (igual a la Demanda global) disminuyó 0.4 por ciento en términos reales respecto al trimestre previo. A su interior, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2 por ciento, y las importaciones de bienes y servicios descendieron 2.5 por ciento.
En el periodo de referencia y con cifras desestacionalizadas, los componentes de la Demanda global mostraron el siguiente comportamiento: Consumo privado cayó 0.6 por ciento y Exportaciones de bienes y servicios, 0.2 por ciento. La FBCF aumentó 0.4 y Consumo de gobierno, 0.8 por ciento, respectivamente..
En el segundo trimestre de 2024 y a tasa anual, la Oferta global ascendió 0.9 por ciento. A su interior, el PIB incrementó 1.0 por ciento y las importaciones de bienes y servicios, 0.5 por ciento.
Por el lado de la Demanda global, la FBCF subió 4.6 por ciento; el Consumo privado, 2.7 por ciento, y el Consumo de gobierno, 1.9 por ciento. Es de llamar la atención que las exportaciones de bienes y servicios cayeran 3.6 por ciento.
En el trimestre abril-junio de este año y con datos desestacionalizados, el Ahorro bruto a precios corrientes registró un avance trimestral de 0.6 por ciento y anual, de 1.7 por ciento.