Por Iván Calderón
En medio de su lucha contra los delitos de alto impacto, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez no ha ni siquiera pensado en su propia seguridad, pues con los frentes que se han abierto públicamente contra la Delincuencia Organizada, el Mandatario se encuentra corriendo un grave peligro.
Le explico.
Hasta el momento nadie le ha dicho a García Jiménez que sus reactivos altercados contra el crimen organizado, sin inteligencia, ni mucho menos operación, en el futuro le pueden traer consecuencias, ya que mientras es obligado a declarar por parte de su Gabinete de Seguridad, se enfrenta a un monstruo de 4 cabezas.
Aquí no dudamos de la honestidad y de las buenas intenciones de Cuitláhuac García, pero ante la falta de buenos asesores y gente pensante, García comete error, tras error, utilizando la muletilla de que “en su Gobierno ya no existe impunidad”, pero sin ejercer el correcto control en cada región de la entidad.
El Jefe de la Instituciones del Estado, no ha discernido que el poder no es para siempre, y que si quiere ser el primer Gobernador de mandato cumplido que viva en Veracruz, tendrá que actuar con agudeza en relación a esta severa crisis delincuencial.
Desde los tiempos de Acosta Lagunes y Hernández Ochoa ninguno de los ex mandatarios después de sus administraciones vive o vivieron en la entidad; uno por estar tras las rejas, los demás, obviamente por razones de seguridad.
Y es que, de irle mal al MORENA de Cuitláhuac, de Sheinbaum y de su Zepeta en el 2024, el ahora Gobernante quedará completamente desprotegido, sólo, en la indefensión total, y mientras Eric Cisneros correrá a refugiarse a Baja California, Hugo Gutiérrez Maldonado a Monterrey, y si se llega a cumplir el vaticinio de que la Fiscal Verónica Hernández correrá la misma suerte de Jorge Winckler y del Fisculín ¿A dónde carajos irá el Cuic?
Caray, para pensarse.
@IvanKalderon
