Por Helí Herrera Hernández
La pobreza en México y en el mundo aumentará, mientras los gobiernos no proyecten políticas públicas que impulsen el crecimiento económico y con ello, la generación de empleos.
Mientras sigan apostando a otorgar programas sociales a la población vulnerable >como lo vienen haciendo desde 1992 (SEDESOL)<, nunca la reducirán y si, en cambio, la aumentarán, como lo muestran las estadísticas sexenio tras sexenio.
Es cierto, candidato tras candidato presidencial se han llenado la boca en campañas, prometiendo reducir la pobreza de las grandes masas sociales, porque a fin de cuentas es el talón de Aquiles del Estado; el quid sin embargo es, que tanto los del PRI-PAN como hoy el de MORENA, ya como gobierno, en lugar de ir a las raíces de lo que la genera, se han ido por paliativos-remedios, que en lugar de disminuirla, la han aumentado, a pesar de los multimillonarios recursos económicos que le han invertido: El presupuesto público para los programas y acciones sociales del Gobierno Federal entre 2008 y 2022 ha sido de 1.5 billones de pesos anualmente, de acuerdo con el inventario de programas del Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Es decir, se han gastado cerca de 17.21 billones de pesos en programas y acciones sociales federales desde 2008, y la pobreza, medida con ingresos, no solo no ha bajado, sino que ha crecido de 49 a 52.8% entre esos años.
Han fallado todos estos gobiernos PRIANistas-MORENISTAS en el diagnostico para combatirla y reducirla paulatinamente, al no impulsar las opciones laborales, en base a las distintas regiones de nuestro extenso territorio en tierra, ríos y mares.
Inhumanamente le han apostado los distintos partidos políticos, sus hombres y mujeres que han gobernado esta nación, mas al efecto electorero que ir a la raíz del problema que genera la pobreza, y que no es otro que el de impulsar el crecimiento económico de México, con proyectos detonadores de empleo en razón de las riquezas que México tiene en recursos naturales y mano de obra calificada par cada área de desarrollo, manual o intelectual, que les de salarios a los mexicanos en lugar de limosnas, porque éstas solo les han redituado votos.
Y las consecuencias hay están para con el actual presidente, que vendió bien el problema-solución a todas y todos los mexicanos que lo hizo alcanzar mas de 30 millones de votos en 2018, ofreciendo la esperanza de que con él, íbamos a ser felices porque iba a gobernar en beneficio de los pobres. ¡Pero oh triste realidad: solo les regala dinero público, porque para él ellos son tan solo >estrategia política<!
Hoy, con Andrés Manuel López Obrador, la línea de pobreza en el sector rural es de 11.4%, mientras que en el urbano es de 10.1%, muy superiores al índice general de inflación anual que se situó en 8.7%. Otro dato que arroja su >estrategia política< de mantener pobres a los pobres, o de hacerlos mas pobres, México sumo 3.8 millones de nuevos pobres durante 2020, lo que eleva la cifra a 55.7 millones, frente a los 51.9 que eran en 2018; mientras que el porcentaje en situación de pobreza creció de 43.9 en 2020, frente a la proporción de 41.9% de 2018, agregándose también, lamentablemente, 2.1 millones de mexicanos mas en pobreza extrema (aquellos que solo tienen para hacer una mala comida al día), un total de 10.8 millones de compatriotas, 1.5% mas que en 2018.
Para México y los seres humanos de bien, esta es una muy mala y triste noticia, pero para los que ven en la pobreza más votos, como ya hace un mes lo confeso el ejecutivo federal >estrategia política<, se frotan las manos porque podrán comprar el voto de estas masas hambrientas y empobrecidas, con cualquiera de sus programas sociales o con despensas, y de esa forma garantizar que cualquiera de sus corcholatas gane la elección del 2 de junio de 2024.
