Por Helí Herrera Hernández
Lleva casi un mes el presidente de México presagiando escenarios de
derrota no para la oposición, sino para su partido político MORENA.
La primera vez que hizo referencia a ello, fue el lunes 12 de febrero, desde su
púlpito ya conocido, cuando afirmó que la ciudad de México se está
derechizando, aburguesando, que estaba perdiendo su esencia de lucha que
había adquirido desde 1997, cuando le otorgo el triunfo al ingeniero
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y desde allí y hasta 2021, cuando la
ciudadanía de esa metrópoli le asesto el primer >mazazo< a la 4T, cuando
perdieron 9 de las 16 alcaldías.
Hoy día, don Andrés ya está adelantando la posibilidad de una derrota de la
jefatura de gobierno de su principal bastión, en un hecho insólito que deja
mudas a sus huestes, dando lugar a infinidad de columnas de periodistas de
la capital federal y de provincia, que argumentan en ellas que si allí, las
encuestas que trae el presidente le “pintan mal”, como estarán las cosas en el
resto de la república.
Ahora, el martes 12 del mes que corre, el ejecutivo federal advirtió que “”se
está dando una trama desde el Poder judicial que apunta a declarar nula la
elección presidencial del 2 de junio”, quejándose de una guerra sucia
orquestada por la magistrada Janine Otalora, quien propuso a sus
contrapartes la aprobación de >un cuadernillo auxiliar< de todas las
infracciones que el ejecutivo federal viene realizando, a favor de su candidata
Claudia Sheinbaum y en contra de toda la oposición, desde su calidad de
presidente de la República, y que al calificar el Tribunal Federal Electoral las
elecciones, daría lugar a su nulidad por la intromisión grosera de don Andrés.
Todo esto es consecuencia del avanzado proceso electoral nacional.
Mientras no arrancaba y no había contrincantes, los de la cuatrote iban en
caballo de hacienda con todo el respaldo político y económico del presidente
y los gobernadores morenos, pero a raíz que se definen los adversarios y
empiezan las campañas, las encuestas que manda a realizar la presidencia
de la república muestran un derrumbe paulatino pero sostenido de varias de
sus candidatas (os), principalmente en la ciudad de México, en Jalisco, en
Veracruz, en Guanajuato, en Yucatán, en Morelos, en Nuevo León, y es allí
donde los focos rojos se prenden por ser en esos lugares -por lo menos en
las tres primeras-, donde se concentra un alto porcentaje del padrón electoral
que, independientemente que pierdan allí las gubernaturas, arrastrarían en
esa vorágine a la mujer del presidente, la señora Sheinbaum.
Las advertencias del presidente no son casuales sino causales, y buscan lo
contrario a lo que denuncia, es decir, que es el propio Andrés Manuel el que
está provocando la nulidad de la elección, al observar que >el globo magenta
se está desinflando a más de 70 días de la elección<.
Si en los siguientes días y semanas el presidente sigue metiéndose en las
elecciones, violando la ley electoral, es porque así lo tiene planeado para
coronar su propósito: que la elección presidencial la anule el TRIFE, por ese
desaseo.
Se convocaría a una nueva donde el, ya sin el cargo, podría hacer campaña a
todo lo largo y ancho del país, y no precisamente por la señora Sheinbaum