Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com
Después de días repletos de información sobre el COVID-19 concluí que todos necesitamos un instante de desconexión. Estar pendientes de la actualización de datos, casos reportados y medidas a toda hora, es desgastante y merma en exceso nuestro ánimo. A tal punto que quizás este exceso de información también da un golpe duro en nuestra capacidad de decisión. Recientemente se publicó un artículo en el que Naomi Klein habla de shock post pandémico y de cómo esta crisis resultó conveniente para impulsar nuevas propuestas.
Hoy quería sugerir tomar un descanso informativo, pero conforme pasaban los días, me percaté que lo que necesitamos es hacer una selección profunda de lo que consumimos. El problema no es informarnos, el problema son las fuentes y que nos dejemos guiar solo por la agenda ya establecida. ¿Estás al tanto de los números de infectados por coronavirus en nuestro país? Probablemente sí. ¿Sabías que el 17 de mayo se celebra el día Internacional contra la homofobia? Es posible que sí, si navegas en redes sociales, pero si tu fuente primigenia son los medios tradicionales es más probable que no tenías ni idea.
¿Has escuchado hablar de Johnny Escutia? Si aún no sabes quién es este personaje, es urgente que tengas otro tipo de datos. Este hombre representa la violencia contra la que las mujeres se han manifestado, es la masculinidad tóxica que algunos hombres tratan de cambiar, aquella en la que se normaliza agresión justificándola como una forma de expresión. Johnny Escutia se hizo tendencia en internet porque tiene presencia en diversas redes alcanzando miles de seguidores y en las que difunde contenido en el cual habla de cómo violar, matar, descuartizar, etc. a niñas y mujeres, entre ellas tiene una canción en la que amenaza de muerte a Yuya.
Urge prestar atención a los temas anteriores porque el contenido difundido también propaga ciertas ideologías de forma natural. En estos momentos el tema principal a nivel mundial es el coronavirus y en efecto todos debemos estar al tanto de las medidas que se toman para proteger nuestra salud. Sin embargo, el mundo continúa, hay lugares de México donde el temor más grande sigue siendo la violencia, no el virus. Nos alarmamos por que se incremente el número de muertes relacionadas con esta pandemia, pero no por las muertes que llevan décadas incrementando debido a feminicidios y el crimen organizado.
Esta época es también para prestar atención a dinámicas sociales, para profundizar en otras temáticas y buscar la manera de no repetir patrones de crisis. Ya comprobamos que estar en casa no es seguro para toda la población, pero seguimos sin descubrir cómo lograr que este problema disminuya. Quizás porque cuando tenemos la oportunidad de hablar desde el amor y la paz, lo consideramos innecesario, nos burlamos. Pero cuando se trata de cancelar la presencia digital de personajes como Johnny Escutia salen miles a defenderle bajo la excusa de una parodia o la libertad de expresión.
Por fortuna aún son muchas las personas que buscan erradicar comportamientos dañinos, necesitamos escuchar a esas voces, a aquellos que tienen propuestas para un mejor entorno. Sí nuestra economía necesita acciones igual de apremiantes, pero la economía se sostiene de las personas, sus acciones y pensamiento, por ello es necesario comenzar a escuchar nuevas propuestas educativas, de desarrollo para las comunidades. ¿Qué tal si desde hoy comenzamos con un nuevo propósito? ¡aprende algo nuevo que contribuya a los demás! te sugiero que por cada nota que te genere preocupación y ansiedad busques otra que te emocione o te enseñe algo distinto.
Descubre quién eres y dónde estás situado desde otras perspectivas. ¿has visto cuántas culturas hay a tu alrededor? ¿has pensado en las estrategias de economía solidaria a las que te puedes unir con poco esfuerzo y beneficiando a muchos? ¿cómo se impulsa la economía local de tu entorno? ¡súmate! Preocupaciones sobran, pero con el debido interés podemos volverlas estrategias y soluciones, esas que constantemente exigimos a otros. Dejemos de esperar, este es el tiempo de ser propositivos.