Dom. Feb 23rd, 2025

Persisten las malas noticias, en el gobierno federal

Loading

                     Por Helí Herrera Hernández

      Lo habíamos dicho en varias ocasiones: las obras insignias de Andrés Manuel López Obrador solo son elefantes blancos, resultado del capricho y necedad de un hombre que perdió la brújula, desde que tomo posesión del cargo que tanto busco, y quizás, desde 2006, cuando mediante un fraude cibernético se evito que fuera presidente de nuestra república, orquestado por los poderes facticos (la banca, la iglesia, los medios de comunicación, y los hombres y las mujeres del dinero de dentro y fuera de México).

     Quedo tocado, como decimos coloquialmente. A partir de allí su campaña no fue igual en 2012, y la de 2018 vino a ser el parteaguas de una sociedad hastiada de los yerros económicos, políticos, sociales, de seguridad, salud, de los malos gobiernos del PRI y del PAN, que vieron en el cacique de MORENA la solución para librarse de ellos, y confiaron en su rosario de promesas de campaña, como esa de que al primer día de su mandato iba a bajar la gasolina a 10 pesos el litro, por mencionar solo una de tantas incumplidas.

     Pero lo peor no fue eso, sino las políticas públicas en materia de inversión y de seguridad >abrazos y no balazos, que hoy le están costando un ojo de la cara a la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, con la llegada al gobierno de los Estados Unidos de Donald Trump, a los que me referiré en otra entrega, así como la cancelación del aeropuerto de Texcoco<, sino a las locuras de construir el Tren Maya, La refinería Olmeca (dos bocas), El aeropuerto Felipe Ángeles, y el gastadero de dinero en la empresa GAS BIENESTAR, que todas juntas han sido, son y serán un barril sin fondo que llevaran al despeñadero económico a nuestro país.

     Allí están a la vista sus resultados, después de haberlas construido y puestas en funcionamiento. Todas son un fracaso y operan con número rojos. Lo hemos escrito varias veces, pero que ahora lo diga la mismísima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, las cosas ya son distintas, son palabras mayores, como diría el desaparecido escritor Luis Spota.

     Sucede que el pasado 4 de febrero en su mañanera, la presidenta afirmo que la refinería Olmeca no esta funcionando como lo esperaban los que se autobautizan como de la 4T, y que desde que la inauguro AMLO el primero de julio de 2022, ha ido de fracaso en fracaso.

Hoy día, de los 340 mil barriles de petróleo que debería de refinar diariamente, solo están haciéndolo con 84 mil, lo que se traduce en un fiasco mas de esas obras emblemáticas del hombre de Macuspana Tabasco, que nos volvió a mentir en ese aspecto.

Que lo diga la Ejecutiva Federal tiene otro significado. Les tapa la boca a los morenistas que de todo hablan y opinan, en tratándose de justificar el mal gobierno amloista.

Así estarán las cosas dentro del gobierno del segundo piso, que ya tienen que admitir lo que apenas ayer negaban.

Por redaccion

Related Post