Por Helí Herrera Hernández
Desde que salió como candidata a la presidencia de la república por MORENA la doctora Claudia
Sheinbaum, el gobernador de Veracruz afirmó, que, de ganar la elección, él tendría un lugar asegurado dentro
de su gabinete, y que, en consecuencia, abandonaría su cargo mucho antes del 30 de noviembre, que es la
fecha constitucional en que culmina su periodo como ejecutivo del estado.
La exjefa de gobierno de la ciudad de México no solo fue la candidata morenista a la primera
magistratura del país, sino que gano por amplio margen ese cargo, y desde el pasado mes de julio comenzó
a dar conocer a las mujeres y hombres que formarían su gabinete legal, y dentro de todos ellos, nunca se
pronunció el del ingeniero Cuitláhuac García Jiménez.
Pero lo peor no es que el ex catedrático de la facultad de ingeniería mecánica eléctrica de la
Universidad Veracruzana no haya sido tomado en cuenta por su amiga Claudia para formar parte del gabinete
legal del próximo gobierno federal, por más cacaraqueo que tanto el gobernador, como muchas personas de
su círculo proclamaban, cada que podían en conferencias callejeras, sino que ya casi termina la próxima
presidenta de la república de realizar los nombramientos del gabinete ampliado, y tampoco ha pronunciado el
nombre del ejecutivo estatal, a grado tal que apenas el jueves pasado tuvo que aclararles a un grupo de
periodistas que le insistieron en cuestionarlo sobre aquella famosa declaración que realizo por el mes de
noviembre del año pasado, que sería “tomado en consideración en un alto cargo dentro del gabinete de
Claudia Sheinbaum, que lo haría retirarse antes de la fecha legal para dejar el cargo”, y que por tanto
“adelantaría la fecha del informe de su sexto y último año de gobierno para el 18 de agosto”, que siempre no
sería en esa fecha su rendición de cuentas ante el Congreso de Veracruz.
Ante esta declaración del Gobernador Cuitláhuac, busqué a un exdirigente estatal de su partido
MORENA en Veracruz, muy cercano al presidente López Obrador inclusive, y le pregunté qué era lo que
realmente le había acontecido al Gobernador veracruzano, que lo había relegado la cuasi-presidenta del país
del gabinete legal, y que salvo que lo fuera a nombrar director de PEMEX, o de la Comisión Federal de
Electricidad, ya no quedaba algo serio, en razón de lo que don Cuitláhuac había generado como expectativa
de su futuro político, y me contestó así, de bote pronto, que ni siquiera allí iba a ser designado por la próxima
presidenta, por más que don Andrés Manuel intercedía por él.
Me afirmó también que el reintegro que podría alcanzar, si al final no quita el dedo del renglón el
presidente AMLO, sería la dirección nacional del Agua, algún cargo de segundo nivel de la CFE, encargos que
si tuviera dignidad el gobernador, no aceptaría, porque ganaría más, políticamente hablando, salir con la frente
alto de su mandato, y pedir en todo caso ser embajador en Venezuela (dada la admiración que le guarda a
Nicolás Maduro), o de agregado político en la embajada de Rusia, pensando que mastica el idioma ruso, que
lo aprendió en la casa México-URSS que estuvo en la ciudad de Xalapa.
Se los aseguro, eso fue lo que me comento el compañero de partido del ingeniero Cuitláhuac
García Jiménez, sobre su futuro político.